jueves, 15 de septiembre de 2011

La arquitectura del Antiguo Egipto monumental se caracteriza por el empleo de la piedra de silleria tallada, en grandes bloques, con sistema constructivo adintelado y sólidas columnas. Para entender su magnificencia hay que tener en cuenta los siguientes condicionantes:

Ideológicos:

  • Poder político fuertemente centralizado y jerarquizado;
  • concepto religioso de inmortalidad del faraón en la «Otra Vida».

Técnicos:

  • Conocimientos matemáticos y técnicos, a veces desconcertantes para la época;
  • la existencia de artistas y artesanos muy experimentados;
  • abundancia de piedra fácilmente tallable.

Las construcciones más originales de la arquitectura egipcia monumental son los «complejos de las pirámides, los templos y las tumbas (mastabas, speos e hipogeos)


Características

Debido a la escasez de madera,[1] los dos materiales de construcción predominantemente usados en el antiguo Egipto eran el adobe (ladrillos de barro) y la piedra, fundamentalmente piedra caliza, también piedra arenisca y granito en cantidades enormes.[2] Del imperio antiguo en adelante, la piedra fue reservada generalmente para tumbas y templos, mientras que los ladrillos fueron utilizados en viviendas, incluso en los palacios reales, fortalezas, muros de los recintos de los templos y de las ciudades, y para edificios subsidiarios en los complejos de los templos.


Arquitectura del Antiguo Egipto

La arquitectura del Antiguo Egipto monumental se caracteriza por el empleo de la piedra de silleria tallada, en grandes bloques, con sistema constructivo adintelado y sólidas columnas. Para entender su magnificencia hay que tener en cuenta los siguientes condicionantes:

Ideológicos:

  • Poder político fuertemente centralizado y jerarquizado;
  • concepto religioso de inmortalidad del faraón en la «Otra Vida».

Técnicos:

  • Conocimientos matemáticos y técnicos, a veces desconcertantes para la época;
  • la existencia de artistas y artesanos muy experimentados;
  • abundancia de piedra fácilmente tallable.

Las construcciones más originales de la arquitectura egipcia monumental son los «complejos de las pirámides, los templos y las tumbas (mastabas, speos e hipogeos)


Características

Debido a la escasez de madera,[1] los dos materiales de construcción predominantemente usados en el antiguo Egipto eran el adobe (ladrillos de barro) y la piedra, fundamentalmente piedra caliza, también piedra arenisca y granito en cantidades enormes.[2] Del imperio antiguo en adelante, la piedra fue reservada generalmente para tumbas y templos, mientras que los ladrillos fueron utilizados en viviendas, incluso en los palacios reales, fortalezas, muros de los recintos de los templos y de las ciudades, y para edificios subsidiarios en los complejos de los templos.


Pintura en la tumba de Rejmira.

Muchas antiguas ciudades egipcias han desaparecido porque estaban situadas cerca de las zonas cultivables del valle del Nilo, que eran inundadas periódicamente con el lodo del río y se elevaron lentamente durante milenios; o porque los ladrillos de adobe, con que se construyeron, fueron utilizados como fertilizante por los campesinos; otros edificios son inaccesibles, ya que las nuevas construcciones fueron erigidas sobre las antiguas.

El clima de Egipto, afortunadamente seco y cálido, preservó , como la aldea de Deir el-Medina, la ciudad de Kahun[3] del Imperio Medio, o las fortalezas en Buhen[4] y Mirgissa. Por otra parte, muchos templos y tumbas han perdurado porque fueron construidos de piedra, o asentadas en tierras altas, no afectadas por las inundaciones del Nilo.

Así, nuestra información de la arquitectura egipcia antigua se fundamenta principalmente en sus monumentos religiosos,[5] estructuras macizas caracterizadas por su gran tamaño, con muros levemente inclinados y escasas aberturas, repitiendo un método de construcción posiblemente usado para obtener estabilidad en edificios de muros de adobe.

De similar manera, los adornos grabados superficialmente y el modelo de los edificios de piedra pudo haber derivado del tipo y ornamentación de los edificios de muros de adobe. Aunque el uso del arco fue desarrollado durante la cuarta dinastía, todos los edificios monumentales son construcciones adinteladas con muros y pilares, con cubiertas planas conformadas por enormes bloques de piedra apoyados en muros externos y grandes columnas poco espaciadas.

Los muros, exteriores e interiores, así como las columnas y los techos, fueron cubiertos con jeroglíficos e ilustrados con bajorrelieves y esculturas pintadas en brillantes colores.[6] Muchos ornamentos de la decoración egipcia son simbólicos, como el escarabajo sagrado, el disco solar, y el buitre. Otros adornos frecuentes fueron las hojas de palma, de la planta del papiro, y los brotes y las flores del loto.[7] Los jeroglíficos eran parte de la decoración así como los bajorrelieves que narraban acontecimientos históricos o interpretaban leyendas mitológicas.


Tipos de columnas.

El estudio de la arquitectura egipcia se centra fundamentalmente en los edificios que ha llegado hasta nosotros, los cuales podemos dividir en dos grupos según su función, por un lado los enterramientos, por el otro los edificios religiosos.

Tipologias columnas egipcias

Hemos de mencionar que en el arte egipcio, donde como ya hemos mencionado, es imprescindible el uso de la columna, siempre de macizas proporciones, dándose una serie de tipologías muy características, destacando entre ellas la columna lotiforme, en la que el arranque del fuste desde la basa presenta una forma ligeramente bulbosa, mostrando éste una decoración fascicular que pretende asemejar los tallos de la flor de loto, se corona mediante un capitel en forma de capullo de flor de loto, extendiéndose su uso a partir del Imperio Antiguo; la columna papiriforme, básicamente igual a la anterior, donde las únicas diferencias son que en este caso los fascículos, en vez de ser semicirculares, presentan una forma triangular de marcada arista, y que el capitel representa la forma del capullo del papiro, compartiendo este tipo de columna su protagonismo junto con la lotiforme durante el Imperio Antiguo; la columna campaniforme presenta como única diferencia con la anterior el hecho de que el capitel representa la flor del papiro ya abierta, siendo su forma la que le da el nombre; finalmente comentaremos la columna palmiforme, sobre cuya basa, en forma de disco, descansa un fuste liso coronado por un capitel cuya decoración se consigue por hojas de palmera abiertas. Estas tipologías de columnas son las más comunes y características, pero no las únicas, pues también hemos de tener encuenta en el basto abanico de tipologías aquella cuyo capitel representa la cabeza de la diosa Athor. El hecho de representar formas vegetales es consecuencia del uso que en sus construcciones primitivas los egipcios hacían de haces de caña o palmeras, que conforme fue evolucionando la arquitectura fueron sustituidos por la piedra, aunque ésta tomando las mismas formas vegetales, y añadiendo nuevas plantas ligadas a su entorno.

GRECIA

la historia de Grecia que abarca desde la Edad Oscura de Grecia ca. 1100 a. C. y la invasión dórica, hasta el año 146 a. C. y la conquista romana de Grecia tras la batalla de Corinto. Se considera generalmente como la cultura seminal que sirvió de base a la civilización occidental. La cultura de Grecia tuvo una poderosa influencia sobre el Imperio romano, el cual la difundió a través de muchos de sus territorios de Europa. La civilización de los antiguos griegos ha sido enormemente influyente para la lengua, la política, los sistemas educativos, la filosofía, la ciencia y las artes, dando origen a la corriente renacentista de los siglos XV y XVI en Europa Occidental, y resurgiendo también durante los movimientos neoclásicos de los siglos XVIII y XIX en Europa y América. La civilización griega fue básicamente marítima, comercial y expansiva. Una realidad histórica en la que el componente geográfico jugó un papel crucial en la medida en que las características físicas del sur de la península de los Balcanes, por su accidentado relieve, dificultaban la actividad agrícola y las comunicaciones internas, y por su dilatada longitud de costas, favorecieron su expansión hacia ultramar. Un fenómeno sobre el que incidirían también de forma sustancial la presión demográfica originada por las sucesivas oleadas de pueblos (entre ellos aqueos, jonios y dorios) a lo largo del III y II milenios a. C.

La Arquitectura en la Antigua Grecia

Es aquella que se desarrolló en la Grecia de la antigüedad, desde el primer milenio a. C. hasta el siglo II a. C. Reviste particular importancia para la historia de toda la arquitectura occidental.

La arquitectura griega sienta las bases de lo que será la arquitectura del mundo occidental durante siglos. La codificación de la edad arcaica en tres órdenes estéticos conforme a los cuales construyeron los antiguos griegos (dórico, jónico y corintio) se convertiría con el helenismo en un lenguaje compartido por todo el mundo mediterráneo.

Materiales

Los materiales frecuentemente empleados en la arquitectura griega fueron la madera, para soportes y techos; ladrillo sin cocer para las paredes, especialmente de casas; la piedra caliza y el mármol, para columnas, muros y porciones elevadas de los templos y edificios públicos; la terracota, para ornamentos; y metales, especialmente el bronce, para detalles decorativos. Los arquitectos de la época arcaica y clásica usaron estos materiales constructivos para edificios: religiosos, cívicos, domésticos, funerarios y recreativos. El adobe se reservaba para las construcciones más pobres y sin importancia.

En cuanto a las tejas, ha de recordarse que los restos más antiguos de la Grecia arcaica están documentadas en un área muy limitada en torno a Corinto (Grecia), donde las tejas fueron sustituyendo a los techos de paja en los dos templos, de Apolo y de Poseidón entre los años 700 y 650 a. C.[1] Se expandió rápidamente, durante los cincuenta años siguientes, usándose en un elevado número de lugares alrededor del Mediterráneo oriental, incluyendo la Grecia continental, el oeste de Asia Menor, y el sur y el centro de Italia.[2] Las primeras tejas tuvieron forma de S, y eran bastante abultadas, con un peso de unos 30 kilos cada una.[3] Resultaban más caras y costosas de producir que un tejado de paja, por lo que su introducción se explica por la resistencia al fuego, que daba la necesaria protección a los costosos templos.[4]

La expansión de la cubierta de teja debe verse en relación con el simultáneo auge de la arquitectura monumental en la Grecia Arcaica. Sólo los muros de piedra que estaban apareciendo por entonces, reemplazando a las precedentes paredes de barro y madera, eran suficientemente fuertes para soportar el peso de una techumbre de tejas.[5]

Finalmente, no puede olvidarse que el aspecto general de los edificios era distinto al que se ve actualmente, ya que se pintaban con colores brillantes, de rojo, de azul, de tal manera que llamaban la atención no sólo por su estructura, sino también por su policromía.

Estructura y ejemplos de templos Griegos

La arquitectura griega clásica está representada, fundamentalmente, por templos, pues se desarrolló en torno a los santuarios, siendo los principales los de Olimpia, Delfos, Atenas, Eleusis, Delos, Epidauro, Mileto, Éfeso y Selinonte. El formato estándar de los edificios públicos griegos se conoce a través de los ejemplos supervivientes tales como el Partenón y el Hefestión de Atenas, el grupo de Paestum, el complejo de templos de Selinunte (Selinus) y los santuarios de Agrigento.

El templo era la forma más conocida y frecuente de arquitectura pública griega, pero no cumplía las mismas funciones que una Iglesia moderna. El altar estaba al aire libre en el témenos, a menudo directamente delante del templo. Los templos servían como depósitos de tesoros asociados al culto del dios al que se dedicaban, como lugar donde permanecía una imagen de culto a veces de gran antigüedad, pero a menudo desde los tiempos de Fidias era asimismo una gran obra de arte. El templo era un sitio para que los devotos depositaran sus ofrendas votivas, tales como estatuas, yelmos y armas. La habitación interior del templo, la cella, servía así principalmente como una cámara acorazada y una despensa. Puesto que no estaba pensado para alojar a los fieles, no precisaba que fueran de grandes dimensiones, ni tampoco elevarlos. Se concebían para ser vistos desde fuera.

El templo primitivo de los siglos VII y VI a. C. es de ladrillo y madera. Un ejemplo es el templo de Apolo en Corinto, que a pesar de estar construido ya en piedra, desprende una impresión de arcaísmo las robustas columnas, muy próximas entre sí. La mayor parte de los edificios estaban hechos con caliza o toba calcárea, que Grecia tiene en abundancia, que se cortaba en grandes bloques y se preparaba. El mármol era un material de construcción caro en Grecia: el mármol de alta calidad sólo provenía del monte Pentélico en Ática y de algunas islas como Paros, y su transporte en bloques grandes era difícil. Se usaba principalmente para la decoración escultórica, no para la estructura, excepto en edificios muy grandes del período clásico como el Partenón.

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El templo griego.

El templo pudiera haber tenido origen en el megaron, sala rectangular precedida por un pórtico de columnas (stylos), existente en la casa micénica y que era la habitación más importante de la casa griega y santuario de los dioses familiares, tal como lo describe Vitrubio. En las invasiones y guerras, los ganadores derruían el palacio del rey vencido, pero respetaban el megaron puesto que era la casa del dios de la región. Así, el templo más antiguo era el in antis, que tiene todo el aspecto de ser una habitación que ha perdido la casa que tenía alrededor.

Son construcciones arquitrabadas que se alzan sobre una plataforma con gradas (krepis o krepidoma), llamándose estilóbato al último escalón. La planta definitiva del templo griego constaba de un local llamado cella,[6] un espacio interior, de forma rectangular, que constituye el núcleo de la construcción. Tiene una sola abertura, la puerta, sin ventanas. A veces el templo tiene dos cellas, con las puertas en las fachadas principales, las más cortas, y en este caso cada cella suele estar dedicada a una divinidad distinta.

Archivo:Ac.tholos.jpg

Arquitectura de Mesopotamia

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http://bits.wikimedia.org/skins-1.17/common/images/magnify-clip.pngLa arquitectura de Mesopotamia hace referencia a las características comunes de las construcciones desarrolladas en la cuenca de los ríos Tigris y Éufrates desde el asentamiento de los primeros pobladores hacia el VII milenio a. C. hasta la caída del último Estado mesopotámico, Babilonia.

Los mesopotámicos construían sin mortero, y cuando un edificio ya no era seguro o no cumplía su tarea se derribaba y volvía a construir en el mismo emplazamiento. A lo largo de los milenios esta práctica dio lugar a que las ciudades mesopotámicas se encontrasen elevadas en suaves colinas sobre el territorio que las circundaba; a estos promontorios se les llama tells.

Utilizaron muy poco la piedra y la madera ya que sólo podían obtenerse de los países limítrofes. El suelo es arcilloso, fangoso, y esto los llevó a utilizar el barro como material constructivo. Primero lo emplearon en bloques o adobes de barro con mezcla de paja y colocados humedecidos de modo que secaba la pared entera. Luego, los secaron al sol, adobe por adobe. Inventaron después los ladrillos de arcilla pura, colocados al horno; y, posteriormente, para preservarlos mejor de la humedad, los sometieron al procedimiento del esmaltado y vidriado.

Los ladrillos en los muros eran unidos con cal o asfalto, y para la cubierta, sustituyeron el sistema adintelado egipcio por la bóveda formada de arcos de medio punto contiguos.

Tipos edificatorios

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Zigurat de Chogazanbil, en el actual Irán.

Dada la importancia de la vida terrenal así como la preocupación por la muerte, las edificaciones más representativas eran el templo y el palacio. Sin embargo, como en toda sociedad tenían gran importancia las viviendas, urbanas o no, y los sistemas de defensa.

  • El templo era un centro religioso, económico y político. Tenía tierras de cultivo y rebaños reglados por funcionarios propios (algunos de los mar bani), almacenes para guardar las cosechas y talleres donde fabricar utensilios, estatuas de cobre y de cerámica. Los sacerdotes organizaban el comercio y empleaban a campesinos, pastores y artesanos, quienes recibían como pago parcelas de tierra para cultivo de cereales, dátiles o lana. Solían ser edificios de una planta, con varios patios y una secuenciación de salas en laberinto o bien ordenadas en hilera en torno a un patio. Los más grandes se construyeron dentro de espacios amurallados con otros edificios como los zigurats y habitaciones para peregrinos, mientras que los primeros y más pequeños se componían de un recibidor y una sencilla habitación para la adoración. Cada templo se utilizaba para las precisiones religiosas de su divinidad, de modo que se celebraba la festividad de Año Nuevo en el templo correspondiente o la unión de mujeres con extranjeros en los templos de Milita.
  • El zigurat (ziqurat en algunos textos) era una edificación monumental ligado al templo y dedicado a una divinidad. Se utilizaba también como observatorio astronómico. Estaban compuestos por una serie de pisos a cada cual de menores planta y altura, y pintados de distintos colores. Unas escalinatas permitían la ascensión hasta los pequeños templetes que los coronaban. Se convirtieron en los edificios más representativos de Mesopotamia, de modo que el zigurat de Marduk en Babilonia (Etermenanki, en sumerio Casa del cielo y de la tierra) ha sido identificado como la bíblica Torre de Babel.
  • El palacio era una construcción de grandes dimensiones, que alcanzó su máximo desarrollo con Nabucodonosor II, cuyo palacio, considerado una maravilla mundial, giraba en torno a cinco patios. En general se construían en torno a patios internos y, dependiendo de su importancia, podían estar amurallados. Distinguían sus zonas en tres partes: aposentos reales, religiosas y de almacenaje y funcionariado.

Viviendas

  • La srefa es una cabaña construida con juncos. Un grupo de ellos, doblados en una parábola invertida, funcionan como pórticos y sirven de base para atar a ellos otros juncos rectos que los arriostran. Resulta una estructura abovedada que se recubre con esteras de juncos o barro. Este tipo de arquitectura, a pesar de ser prehistórico, sigue utilizándose por las tribus árabes nómadas.
  • Las casas colmena, habitualmente realizadas en adobe o piedra, son casas formadas por dos cuerpos; uno principal circular o cónico al que se le adosa un segundo cuadrado, más bajo.
  • La casa circular, típica mesopotámica desde los tiempos de la hegemonía de Ur, es una casa de planta circular dispuesta en torno a un patio. En el caso de que fueran circulares se construía a uno o dos lados y se acondicionaba el patio al continuarse las paredes exteriores a modo de muro de cerramiento del patio. Se construían de adobe con vigas de madera, con una disposición bastante ortogonal de las habitaciones. Desde la entrada se accedía a un vestíbulo que comunicaba con el patio, compartiendo la planta baja con la cocina, los almacenes y a veces con una pequeña cámara. En la planta alta y última se encontraban las habitaciones, a veces una sala mayor que hacía las veces de salón. La cubierta era plana y transitable, y se utilizaba para secar las cosechas o tomar el aire. Los cerramientos subían hasta formar un parapeto que impedía la caída desde la azotea.
  • La casa cuadrada, también con patio, es la variante urbana de la casa circular.
  • Las granjas eran edificaciones especiales por su actividad. Suponían una serie de estancias y muros entrecruzados que dejaban patios abiertos para la realización de las actividades agrícolas. En algunos de ellos se excavaban pozos como silos y cisternas, recubriéndose sus paredes con fábrica de piedra o adobe. Algunas granjas, como la del Tell Hassuna, formaban pequeños pueblos, típicos del final del Neolítico.


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